Restaurante o Marca Gastronómica

Hoy en día, proyectar tu restaurante en términos de “negocio” es mirar un horizonte próximo y limitado, mientras que pensar en una “marca gastronómica”, nos abre un mundo de oportunidades y la posibilidad de transcender en el tiempo.

Una MARCA nos hace grandes, nos hace reflexionar en las personas, en cómo la satisfacemos, nos hace levantarnos cada día meditando sobre: ¿cómo hago para distinguirme de la competencia en este gran territorio? ¿Cómo hago para lograr un sentido pertenencia por parte de mis clientes?. Todos conocemos las historias de las grandes marcas de restaurantes que nos han conquistado, pero ¿por qué están difícil imitar su éxito?

Diferencia entre un restaurante o una marca gastronómica

Primero analicemos sus significados. Según la Real Academia Española, “negocio”  es: “Del lat. Negotium. Ocupación, quehacer o trabajo. Utilidad o interés que se logra en lo que se trata, comercia o pretende.” Interesante: un negocio es pura racionalidad, una ocupación que conlleva generar una utilidad, básicamente.

Segundo, ¿y si buscamos “marca”?, esto es lo que nos dice: “Del lat. Marca y del germ. “mark, territorio fronterizo. Señal hecha en una persona, animal o cosa, para distinguirla de otra, o denotar calidad o pertenencia”. Entonces “marca” sería eso que te distingue, positivamente, y se basa en la calidad y/o en la pertenencia.

En realidad, construir una marca gastronómica 💞 es infinitamente más trabajoso que hacer un restaurante (negocio).

Una marca no solo exige conocer a nuestros clientes, sino que hacerlos felices es: enamorar y perfeccionar el arte de relacionarnos.

Y no es solo que nosotros como dueños perfeccionemos dicho arte, sino que todo nuestro equipo, a lo largo de nuestras cadenas, lo haga también.

¿Entonces cómo logramos tener una marca gastronómica?

Para poner en práctica estas premisas debes a priori tener presente lo siguiente:

¡Si deseas saber cómo crear una marca, te invito a leer este EBOOK sobre marketing que estoy segura será de ayuda!

En mi larga carrera en el sector de restauración he aprendido además que sin corazón una marca no vive. Por eso, ponle corazón y los beneficios económicos vendrán.

Un abrazo y nos vemos en la próxima entrega,

Clara.


¿Quieres hacer el cambio?

Salir de la versión móvil